jesus alegria

jesus alegria
jesus alegria

domingo, 15 de mayo de 2011

Te escribo para decirte que

Te escribo para decirte que


En 1973 la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) decidió eliminar la homosexualidad del 'Manual de Diagnóstico de los trastornos mentales' (DSM) y urgió a rechazar toda legislación discriminatoria contra gays y lesbianas. La acción vino motivada tras una completa revisión científica sobre el tema. El 17 de mayo de 1990 la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) suprime la homosexualidad de la lista de las enfermedades mentales. Con este ultimo hecho se pretendía acabar con casi un siglo de homofobia médica. La decisión de la OMS constituye una fecha histórica y un símbolo fuerte

En este e-mail te escribo para decirte que la lucha contra la homofobia no es sólo el problema de las personas lesbianas, homosexuales, bisexuales o trans-genero, sino que es un derecho y deber político y reflejo de la voluntad de toda la sociedad. Los actos y los discursos homofóbicos son una realidad que no podemos seguir ignorando. Preciso denunciar las violencias históricas y presentes para prevenir, cambiar y sancionar las lógicas del pensar y el actuar de las violencias futuras. El problema no es la homosexualidad sino la homofobia sistemática, institucionalizada y la violencia del silencio cómplice.

No es un caso aislado, la negación del gobierno Aprista y de sus antecesores de firmar los Principios de Yogyakarta, la Resolución de la ONU, la Convención de la OEA sobre los Derechos Sexuales. Además de diversas protocolos, declaraciones, convenciones, resoluciones y diversas iniciativas supranacionales sobre los derechos de homosexuales, bisexuales, lesbianas y travestis, nos ha convertidos en unos parias frente al derecho internacional. Situación que debería ser una señal de alarma social, jurídica y política. Más bien se mantiene como contexto apolítico, innecesario y valido solo para titulares escandalosos y agraviantes, propios de una fauna salvaje y de retorcidos procesos síquicos. Quien es el raro entonces? Quien el anormal? Quien el desviado? Nosotros o tú que consumes esos titulares. ¿Nosotros o tú que te niegas a construir un mundo mejor para todos? ¿Nosotros o tú que te niegas a reconocer una realidad? ¿Nosotros o tú que no aceptas la diversidad sexual de la naturaleza humana?

En nuestro país y región Puno, diversas iniciativas legislativas mantienen un sesgo discriminante. Los reportes de la Ley de Igualdad de Oportunidades de la Defensoría del Pueblo de Puno, nunca mencionan la inequidad que padecen las personas bisexuales, homosexuales, lesbianas y travestis en el acceso a la justicia, igual en pasa en la Ley Contra la Discriminación. Mientras el poder judicial, así como la fiscalía se niegan sistemáticamente a reconocernos como sujetos de derecho. En nuestro país y específicamente en la región Puno diversos actos de violencia física, sicológica y sexual contra bisexuales, homosexuales, lesbianas y travestis no reciben sentencia, ni investigación objetiva. La fiscalía se niega actuar de oficio, pese a la carga de la prueba, la colaboración y la difícil tensión emocional-psicológica que implican estos casos para la víctima. Así diversos ataques contra la libertad, individual, el cuerpo, la salud y sexual, de manifiesta gravedad, salvajismo y violencia extrema mantiene un halo de impunidad. El acceso a la eficaz y eficiente administración de justicia que nos corresponde como ciudadanos se torna en una lucha sin resultados. El archivamiento sistemático con criterios ambiguos, conservadores e irreales que menoscaban nuestros derechos jurídicos, civiles y políticos se torna en cosa corriente. Los operadores políticos, juridicos, mediáticos y de los derechos humanos, prefieren la risa socarrona, el comentario asolapado el silencio cómplice y la hipocresía social como norma de conducta. Los vínculos confesional-religiosos, la discriminación social, jurídica, política y la corrupción institucionalizada se suman y coluden en la restricción de nuestros derechos.

Igual pasa en el acceso a la educación y el trabajo. Los ciudadanos con una distinta orientación sexual e identidad de género mantienen más dificultad en acceder a la educación. Los adolescentes bisexuales, homosexuales, lesbianas y travestis tienen el más alto índice de deserción escolar, pero estos casos nunca se reportan como resultado de la discriminación. ¿Crees que es fácil mantenerse en la escuela, reprimiendo tus emociones por miedo al rechazo o siendo victima sistemática de la violencia, burla, el acoso de compañeros y la mirada condenatoria de profesores. ¿Piensas que estas agresiones físicas y verbales producidas sistematicamente con cierta frecuencia no menoscaban nuestras capacidades síquicas y cognitivas?

La deserción escolar y superior, impide acceder a estudios superiores y por lo mismo a mejores oportunidades laborales o culminar un proyecto de vida. La depresión, ansiedad y la esquizofrenia social, terminan convirtiéndose en compañeros de vida. Ahora sabes porque pocos tienen buenos empleos, tienen pocas habilidades sociales o termina de peluqueros, en oficios poco rentables o en la prostitucion. O porque la mayoría terminan en el escándalo público que tú tanto condenas. Peor es para los travestis, aun si estudiaran. ¿A cuantos les darías un empleo de secretaria, enfermera, o maestra de escuela? ¿Tendrías el valor de no objetarle su orientación sexual e identidad de género antes de otorgarles un empleo? O preferirías la cobardía y el miedo social a actuar de acuerdo a tus convicciones sociales y humanas. Entonces te pregunto: ¿Quien es más cobarde? ¿Quien tiene una conducta mas reprobable, inapropiada y menos solidaria? ¿Quien hace más esfuerzo para sobrevivir en este mundo deshumanizado, hipócrita y cobarde? Y te pregunto también ¿qué estás haciendo tú, en tu hogar, trabajo, escuela para cambiar en algo esta realidad?

¿Te preocupan los niños que podrían ser adoptados por degenerados?. A mi también me preocupa, soy consciente que es un problema político y social, pero no pasa por recortarme mis derechos. Sino por legislar a favor de los niños, si a favor de los niños. Pues a mi también me preocupa los altos índices de violencia sexual en familias heterosexuales. En esas familias heterosexuales que tú defiendes como norma de vida. Por eso me preocupan los niños de familias con padres de un "yo deficitario". Me preocupan los niños con padres de latentes rasgos sicopáticos. Me preocupan los niños de padres con trastornos de personalidad. A mí me preocupa y mucho los niños expuestos a padres de conductas patológicas. Me preocupan los niños expuestos al peligro sistemático de padres mito maniaco, cleptomaniaco, de conductas adictivas y de hipocresía social.

¿Sabes cual es índice de niños expuestos a la agresión sicológica? ¿Sabes cuántos niños están expuestos a la corrupción dentro de sus hogares? ¿Sabes cuánto es el índices de madres y padres heterosexuales que exponen a sus hijos a conductas delictivas? ¿Sabes cuántos niños viven en hogares disfuncionales y Sico-violentos? Tu estas a favor de la familia, Yo también estoy a favor de la familia. Pero de una familia sana, no de una familia que reproduzca la violencia sistemática, la violencia trans- generacional, la violencia sexual, la violencia psicológica, la violencia de género y la homofobia. Entonces dime ¿quien se preocupa más? Tú que me recortas mis derechos, O yo que quiero un país con derechos para todos, incluido el de los niños a crecer en un ambiente sano, con una educación critica y liberadora, con políticas preventivas y sin violencia sexual, sicológica y física dentro de los hogares. Por eso te digo que, el derecho de los niños no implica recortarme mis derechos.

¿Cuantos más tenemos que ser asesinados? ¿Cuantos más tenemos que morir aplastados en la indiferencia? Cuantos más tenemos que salir a mostrar nuestras heridas físicas y sicológicas en busca de justicia? ¿Cuantos más tenemos que ser víctimas de violencia en la escuela, el trabajo, exiliados de nuestra comunidad? ¿Cuantos más terminar empujados al suicidio o el alcoholismo para escapar de esta realidad agobiante? ¿Cuantos más tenemos que continuar como "no sujetos de derechos"? ¿Cuantos más tenemos que continuar siendo objetos de feria? Te pregunto a ti, que me saludas en la calle, pero huyes o ríes, cuando de tratar sobre mis derechos se trata. Te escribo a ti padre de familia, amigo, hermano. Te escribo a ti correligionario, camarada o activista político. Te escribo a ti madre de familia preocupada por la violencia que puede dañar a tu hijo. Pero que callas cuando de la violencia contra homosexuales, bisexuales, lesbianas o travestis se trata. Quieres un mundo mejor, en paz, en respeto, en convivencia pacífica. Yo también lo quiero, pero no una paz hipócrita. No una paz solo para ti, mientras me asesinan en cualquier esquina. No una paz solo para los iguales a ti, sino una paz para todos.

Según una opinión simplista y bastante corriente, la homosexualidad sería hoy en día más libre que nunca: presente y visible en la calle, las revistas, la televisión, el cine, completamente aceptada prácticamente en varios países. Los avances legislativos recientes sobre el reconocimiento de los derechos de las parejas del mismo sexo y con la evolución de las mentalidades, se trataría en suma, según algunos, en cuestión de tiempo. Pero la realidad muestra todo lo contrario. Un observador más atento daría cuenta que la situación es globalmente y localmente diferente. Se calcula que cada dos días una persona homosexual es asesinada en Sudamérica debido a actos violentos vinculados a la homofobia. Amnistía Internacional denuncia que más de 70 países persiguen aún a los homosexuales y ocho los condenan a muerte. Durante la violencia política en nuestro país, la Comisión De La Verdad registra diversos casos de asesinato selectivo por orientación sexual e identidad de género. Las organizaciones de la comunidad homosexual peruana, reconoce aproximadamente a 1,000 homosexuales, bisexuales, lesbianas y travestis asesinados durante el conflicto interno.

En estas condiciones parece difícil pensar que la "tolerancia" está ganando terreno. Al contrario, la mayoría de veces, la homofobia se manifiesta hoy con más violencia que ayer, más sinuosa, más cobarde, más difícil de denunciar, más difícil de investigar. Pues ahora los agresores se esmeran en no dejar evidencias, entorpecer las investigaciones o desaparecer el cuerpo del delito. La tendencia por tanto no es hacia la mejoría generalizada de la situación, sino a una discriminación institucionalizada, más obtusa más intolerantes y con menos derechos para nosotros.

Sin duda el siglo XX ha sido uno de los más visibles con violencia homofóbica de la historia: deportaciones en los campos de concentración durante el nazismo, goulag en la Unión Soviética, chantajes y persecuciones en los Estados Unidos en los años de McCarthy. Evidentemente, esto parece lejano, pero las condiciones de existencia en el mundo de hoy no han cambiado mucho y siguen siendo terribles. La homosexualidad es discriminada por casi todas partes, en al menos ochenta estados esta perseguida por la ley (Argelia, Senegal, Camerún, Etiopía, Líbano, Jordania, Armenia, Kuwait, Puerto Rico, Nicaragua, Bosnia). En varios países esta condena puede llegar a ser superior a diez años de prisión (Nigeria, Libia, Siria, India, Malasia, Jamaica). A veces la ley contempla la cadena perpetua (Guyana, Uganda). Y en una decena de naciones la pena de muerte puede ser aplicada efectivamente (Arabia Saudita, Afganistán, Irán). Recientemente varios presidentes de estados africanos han afirmado brutalmente su determinación a luchar personalmente contra una plaga, que ellos califican de anti africana. Incluso en otros países donde la homosexualidad no está perseguida por el código penal, las persecuciones se multiplican. En Brasil por ejemplo, los escuadrones de la muerte y los skin heads siembran el terror:

Por todas estas razones te propongo Luchar Contra la Homofobia. Te invoco a ti persona de buena voluntad, con criterio de conciencia libre y de manifiesta actitud contra toda expresión de violencia. A la reflexión para luchar contra todas las violencias físicas, morales o simbólicas ligadas a la orientación sexual o a la identidad de género. Pretendo suscitar toda acción que contribuyan a la igualdad de los ciudadanos en la materia, a nivel de derechos y de hechos, y esto en todo lugar en que sea posible realizar esta iniciativa. Tratando también de insertar estas luchas en el contexto más global y local (glocal), de defensa de los derechos humanos. Me ubico en esta línea de acción, buscando mover tu corazón y conciencia y dar más visibilidad a las acciones a favor de mis derechos y apelar a instancias locales y regionales para que inscriban esta jornada en su agenda oficial, siguiendo el ejemplo de la Jornada Mundial de las Mujeres o de la Jornada Mundial Contra la Corrupción. El reconocimiento de esta jornada, sería un compromiso claro de la comunidad regional y nacional, que han cambiando en su pensar y actuar contra otras formas de discriminación y violencias sociales. Pero todavía no sobre este tema.

El Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia (IDAHO) se conmemora el 17 de mayo con motivo de la eliminación de la homosexualidad como enfermedad en las listas de la Organización Mundial de la Salud el año 1990. Y en recuerdo de los miles de personas asesinadas por tener una orientación sexual distinta. En este día te invito a promover desde pequeñas acciones de sensibilización para luchar contra la homofobia, la bifobia y la transfobia en tu casa, trabajo, comunidad y el mundo.



Agradeciendo su difusión

Puno, 10 de mayo del 2011



YANAVICO CASA TALLER

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su opinion
Jesus Alegria